A falta de un par de días para Halloween os traigo una nueva manualidad para hacer con los peques (es que esta fiesta, en casa, es de los niños). 

Esta vez nos dedicamos a la decoración con estos simpáticos esqueletos que tanto nos pueden servir para hacer una guirnalda, como una invitación a una fiesta o, incluso, decorar y anunciar los platos que serviremos en la fiesta si les ponemos un palo para poder clavarlo. 

El primer paso será descargar el esqueleto (podéis hacerlo aquí). Con cada impresión podréis hacer dos esqueletos. Lo adecuado es imprimirlo directamente en cartulina, pero si os es complicado o si la impresora se niega (como la mía) siempre podéis pegarlo después sobre cartulina teniendo especial cuidado en los bordes del dibujo para que no se despegue al recortar. 

Esto le dará consistencia a nuestro esqueleto y, si lo queremos hacer flexible como el nuestro, no lo estropeemos. 

Una vez impreso solo debemos recortar todas las piezas y hacerle un agujero a las uniones. Podemos aprovechar para explicarle a los peques los conocimientos básicos de los huesos y a los que sean un poco más mayorcitos algunos nombres de los huesos más importantes (cualquier motivos es bueno para aprender algo)

Para unir las piezas podemos emplear encuardernadores de esos que se abren (cómo en la foto) para que podamos mover nuestro esqueleto cuando esté acabado. 

Cuando tengamos todas las piezas unidas ya podemos dar por concluido nuestro esqueleto y emplearlo para lo que más os guste. 

Nosotros hemos pensado hacer unos cuantos más y hacer una guirnalda para nuestra fiesta de Halloween.