Reconozco que Halloween es una fiesta que no me gusta demasiado. Tanto negro, brujas, verrugas y calabazas no lo encuentro demasiado bonito.
Pero es verdad que esta fiesta que poco a poco vamos adoptando es el motivo perfecto para hacer manualidades y a eso es a lo que venimos.
Hoy vamos a hacer participes a los niños de esta fiesta trabajando con ellos la psicomotricidad fina y haciendo cosas bonitas para decorar su habitación. Vamos a hacer una telaraña.
Para eso necesitamos:
- Un plato de papel.
- Pintura negra.
- Lana (mejor si es oscura).
- Una aguja de lana.
- Unas arañas de plástico.
- Un perforador.
- Tijeras y pinceles.
El primer paso será (vestir al colaborador) pintar el plato de negro. Tiene que quedar completamente cubierto.
Una vez seco recortaremos el círculo interior del plato, con cuidado de no estropearlo, pues lo utilizaremos para otra cosa.
Con el perforador haremos agujeros por todo el diámetro del disco.
Enhebraremos la lana en la aguja y nuestro colaborador tendrá que pasarla por los agujeros del disco formando una telaraña. Cuanto más se crucen los hilos mejor quedará.
Pero os decía que íbamos a hacer algo con el agujero del plato que habíamos reservado ¿no?......
Tachan!!!.
Para hacer esta araña tan simpática solo hemos necesitado unos ojos de plástico y un limpiapipas de color negro.
Cortamos el limpiapipas en seis trozos y lo pegamos por detrás con celo.
Pegamos los ojos en su sitio y ya tenemos una nueva amiga.
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