Uno de los regalos más socorridos es estampar con huellas ya que pueden participar los más pequeños y a papá le encantará conservar ese regalo para poder ver como crece su retoño.
Para hacerlo solo necesitaremos:
- Un plato (este es de Ikea).
- Pintura porcelánica (de esas que después tenemos que cocer en el horno convencional).
- Un pincel.
- Una manita que estampar.
- Un poco de ayuda de mamá.


La realización es tan sencilla como coger la manita colaboradora (yo escogí esa que veis ahí), la embadurnáis de pintura con el pincel y la plantáis en el plato.
Como quedaba un poquito soso rodeamos el borde del plato con huellas de deditos en dos colores.
Me vais a perdonar que no tenga fotos, pero estaba muy ocupada intentando que el dueño de la manita no plantase las huellas en cualquier lado.